Por Leticia Casas Sánchez, fsps
Presidente da CLAR
“Tirar a pedra, desamarrar as vendas”
El
Seminario de Trata de Personas promovido por la CLAR, en la ciudad de Panamá, se
llevó a cabo del 11 al 13 de septiembre con el lema: “Sacar la piedra, quitar
las vendas” (Jn 11,39.41.43). En el seminario participamos religiosas y
religiosos de 14 países de América Latina y del Caribe, y que se vinculan de
varias maneras en la prevención y el acompañamiento a las víctimas de la Trata de
Personas. Varios de ellos pertenecen a la redes “Kawsay”, “Ramá” y “Um Grito pela Vida”,
articulados con la red internacional “Talitha Kum”. El objetivo del Seminario
fue la sensibilización ante este flagelo presente en nuestros pueblos que hoy es considerado “la esclavitud del
siglo XXI”, así como el de formarnos y fortalecer las redes regionales invitando
a que se organicen donde no las hay. Como Vida Consagrada Latinoamericana y Caribeña queremos seguir
“escuchando a Dios donde la vida clama”, de manera especial en el clamor de
nuestros hermanos y hermanas víctimas de esta grave violación de los Derechos
Humanos. Compartimos aquí nuestro Mensaje Final.
MENSAJE FINAL
Nos hemos reunido en la ciudad de Panamá, representantes de diversas
Conferencias y de las redes: UN GRITO POR LA VIDA (UGPV), RED KAWSAY, RED RAMÁ
miembros de la RED INTERNACIONAL TALITHA KUM,
que desde la Vida Consagrada en América Latina y el Caribe, enfrentan el
flagelo de la trata de personas, en un contexto donde la creciente participación
ciudadana, especialmente de mujeres y jóvenes, toma posición ante situaciones
de exclusión, corrupción, impunidad y un Estado débil.
La arraigada desigualdad de nuestras sociedades, junto con una cultura
consumista, encuentra en la trata de personas su expresión más deshumanizante,
aún cuando ésta pretende ser silenciada y mantenida invisible.
La persona llamada al encuentro
de alteridad, plan original de Dios, es destruida al reducirse en mercancía
descartable. Esto es “trata de personas”. Esta es la realidad indignante que
afecta a 20,9 millones de personas en el mundo, ante la cual, como Vida
Consagrada, no podemos callar ni resignarnos (Fuente OIT, Informe 2012).
El Papa Francisco nos recuerda que en las personas vulnerables y
lastimadas “tocamos la carne de Cristo”, y nos sentimos desafiadas y desafiados
a hacerlo con las manos de Cristo.
La CLAR en su Plan Global 2012 – 2015, presenta la Casa – Comunidad de
Betania como icono orientador (Jn 11-12).
Imagen provocadora de fe ante lo aparentemente definitivo, porque así
como la muerte de Lázaro es decretada,
el crimen de trata de personas, entre las tres actividades criminales más
lucrativas, es percibida como algo irremediable.
Sin embargo, al igual que en el pasaje del Evangelio de Juan, la
resurrección no es postergada para el último día; nos sentimos llamados a
actualizar en el hoy gestos y palabras que afirmen el Señorío de Dios sobre la
muerte y el pecado, específicamente en el crimen de la trata de personas.
El mandato del Señor a mover la piedra y desatar las vendas, desde la
riqueza de nuestros carismas, no permite una actitud de pasividad resignada,
sino que nos provoca a emplear todos nuestros recursos para reafirmar la
dignidad, para ponerle nombre a las buenas noticias que el Dios de la vida nos
permite vislumbrar.
Percibimos y agradecemos como
gracia ponernos al lado de otros sectores de la sociedad civil al servicio de
la dignidad desfigurada y por esto nuestro renovado compromiso de trabajar
en red dentro de la Vida Consagrada va
de la mano con la búsqueda de alianzas con otras instancias y organizaciones
sociales que han asumido enfrentar la trata de personas, esclavitud del siglo
XXI.
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